viernes, 15 de abril de 2011

Como el día a la noche







Dos paisajes nocturnos y diurno, excusas para seguir apretando el tubo y seguir deslizando o arañando el lienzo. Estas son las imágenes que decidieron copiar mis alumnos ( entre 10 y 14 años. Para algunos era la primera vez que se enferentaban a los pinceles ( como Ignacio, que eligió la noche estrellada), otros incluso se atrevieron a introducir nuevos elementos como Ana , que añadió esa luna fantasmagórica al ya de por sí inquietante cuadro de Hopper). En realidad, lo de menos es copiar, se trata de aprender a hacer colores, luces, sombras, tener en cuenta las distintas pinceladas, de darse cuenta de que dependiendo qué colores usemos cálidos o frios, primarios o terciarios, de su cantidad, pincelada suave o empastes, de cómo representemos la luz, muy contrastada, atmosférica, etc, etc, el resultado será muy diferente y dependiendo del resultado que busquemos tendremos que tener en cuenta estas posibilidades para conseguirlo.

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